Sentada en la orilla mirando al horizonte, creo recordar. Ya es de noche, por lo que nada es nítido, ni siquiera la dirección y el sentido de mis pensamientos. Mi mirada se mueve hacia las olas, observando como pequeñas e inocentes vienen hacia mí mojando mis piernas.Tú estás cerca, me preguntas qué hago sola...
Y te miro. Miro tu pecho y tus pantalones verdes, ya casi empapados. Te pido con voz de súplica que te sientes, pero solo te agachas hasta que tu cuello está al alcance de misojos. Mi pequeña inocencia... aunque yo sea más inocente y crédula que tú. Aunque dudo que sea bueno para mí volverme acercar a ti, te cojo y hago que te sientes.
— ¿Qué? - me dices con una sonrisa dibujada en tus finos labios.
Yo no digo nada, simplemente me acerco... y te beso. Tú me besas. Tus labios consabor a vodka. Y vuelvo a caer. Siento otra vez como el mundo deja de existir, soloexiste ese beso. Tus brazos vuelven a abrazarme, como no pensé que volverían a hacer. Y puedo besar tu nariz como antes. Esa nariz preciosa. Y darte dos cortos besos, yvolver a tu nariz. Mi mano toca tu nuca, tu pelo... y desciende desde tu cuello hasta tupecho.
Me abrazas, me estrechas contra ti. Más fuerte ahora, yo solo puedo pensar en cuantote he echado de menos... Y quizás no seas tú, si no el vodka azul quien lo diga, perosusurras débilmente con esa voz tan sexy:
— Te quiero.
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